Es un castigo,
terrible y sin sentido,
cual si nuestro amor fuera prohibido,
la distancia.
Es también una pena
pensar que lloras
mi ausencia.
Toras las horas
extraño tu inocencia.
Sí, por amarnos tanto,
más allá del mundo,
es la condena
esta lejanía.
¡Quiero tu compañía!,
mi pequeña distante,
alegría matinal,
mi silencio,
mi final.
Seca mis lágrimas
la soledad que me hunde
como en el fondo abisal,
perdido en las horas,
impaciente y vencido.
¡Ansío tu presencia!
Un minuto no he dormido.
Las horas no terminan.
Sin ti no llega la noche,
soy ave sin nido.
Es un castigo
saberte junto a la noche,
pensar que no estás conmigo,
temer que pueda arrullarte
el calor de otro abrigo.
Cristino Alberto Gómez
7 de abril del año 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
También en este blog...
-
Versión musicalizada en bachata del poema " Tu Castigo ". Forma parte del álbum "Firme Albor", de Luys Bien.
-
En un rincón del bohío, hace rato pregunté si otra jarra de café me podrá calmar el frío. ¡Qué amargo el destino mío! ¿Qué será, por qué te...
-
Cristino Alberto Gómez-Luciano, PhD Publicado originalmente en Ingenium 9(2020), 106-107 La cadena de valor de los productos agroalimentario...
-
Es difícil intercambiar ideas con alguien sin capacidad de escuchar, sobre todo cuando suele procurar como importante fin la ostentación de...

Hola Cris!!!...aquí yo de nuevo, visitándolo... Lo que más me gusta de pasar por su blog es q siempre hay algo bueno pa' leer, me gusta lo q escribe, me identifico con ello..
ResponderBorrarBuen poema este!
Abrazos
Jorling